Édgar Sánchez Romero (27 de marzo de 1946, Ciudad de Panamá – 20 de marzo de 2006) fue un destacado artista y locutor panameño conocido por su impecable trayectoria en las artes escénicas y la radiodifusión. Fue un pilar del escenario artístico panameño, y su legado perdura en el mundo del teatro, la televisión y la radio.

Desde joven, don Édgar demostró un apasionado interés hacia el arte. Estudió en el prestigioso Colegio Javier, y posteriormente en el Instituto José Dolores Moscote, donde siempre sobresalió por su excelencia académica. Aunque comenzó estudios de medicina en la Universidad de Panamá, cambió de rumbo y decidió estudiar psicología, complementando su formación académica con su amor por las artes escénicas. Participó en obras teatrales emblemáticas, como «El Lando de seis caballos», «Los Chicos de la banda», «Melocotón en almíbar», entre muchas otras.

Su incursión en la televisión ocurrió a finales de los años 60, debutando en el programa «Hormiguita», junto a figuras como Nobel Vega y el grupo 21. No obstante, su voz sería reconocida por miles al adentrarse en el mundo de la locución en 1970, registrando más de 50,000 comerciales durante su carrera, lo que lo posicionó como uno de los locutores más queridos y respetados de Panamá.

En 1981, viendo la necesidad de promover nuevos talentos en el ámbito de la locución, fundó «Locuciones Profesionales, S.A.», también conocida como LOCUPROSA. Esta empresa se convirtió en un referente en la industria, obteniendo contratos internacionales para realizar doblajes de series animadas icónicas como «MASK», «Hugga Bunch» y «Ositos Cariñositos».

A lo largo de su carrera, don Édgar trabajó con reconocidos directores de teatro y fue galardonado con diversos premios que reconocían su talento y aportación al arte panameño. Además, fue precursor de los Premios Escena, junto a colaboradores como Felix Gomez y Pablo Salas, y se convirtió en la voz institucional de Radio María, dedicando muchos años de su vida a esta labor.

A nivel personal, don Édgar compartió su vida con Doña Yolanda Dorado, con quien tuvo tres hijos: Pablo Antonio, Edgar Raúl y Fabiola Rachel. Más allá de su profesionalismo, quienes lo conocieron lo recuerdan como un profesor ejemplar, amigo incondicional, padre abnegado y maravilloso ser humano, siempre recordado por esa sonrisa sincera y transparente que iluminaba a todos a su alrededor.

Así vivió y será recordado Édgar Sánchez Romero, «La Voz» de Panamá.